Ha llegado el día

Diez años esperé por esto, y hoy al fin, terminaré la especialidad en periodismo que me abrirá el camino para ser lo que siempre quise ser. No se muy bien que escribir. Sólo que quiero que las horas pasen rapidamente y que sean ya las 6 PM para estar en el auditorio Alberto Lleras y recibir al fin mi diploma.

Se que éste, más que un punto de llegada, es un punto de partida. Pero siento un gran alivio al darme cuenta, que aún contra la corriente y los criterios preestablecidos que me estaban conduciendo a un puerto que no era el mío, hoy voy rumbo al Raúl que siempre debí haber sido.

"I am the king of the wooooooooooooooorld"

(Para los ilustres ausentes de esta noche:
Papá, estoy pensando en ti. Saludos, allá donde estés.
Hermano, así estés en Utretch, yo sé que me estás acompañando.
Madrina, te agradezco mucho todo tu cariño, tus palabras. A ti, y a toda la familia en Medellín.
Guido, Turín no está tan lejos como para que tus proyectos dejen de parecerme lo máximo.
Toya, tu has sido la Amiga por definición. Todos estamos esperando el nacimiento de tu Santi, para quererlo muchísimo. Un abrazo de aquí a Guayaquil.
Darío y Eduardo. Todos para uno, y uno para todos. En bogotá, en Pasto, en Popayán...
Christian, espero que hoy, que es tu primer día en España. lo pases muy bien. Te extrañaré.
Gisela. Hoy te recuerdo por que siempre me diete cuerda para soñar
Amigos del Blog. Gracias por su cariño, su apoyo y su buena energía. Desde Chile hasta México y España, los quiero mucho.
Y Gina. Sabes bien lo que significas y seguirás significando para mi siempre. Gracias por ponerle un toque de inconformismo y de irreverencia a mi vida, aún estando lejos.)

Las tortugas también vuelan...

Hay películas en las cuales yo no puedo evaluar nada distinto a la historia, porque ésta es tan impactante, que opaca todos los demás detalles, por más elaborados que sean. Ese fue el caso de mi experiencia con Las Tortugas También Vuelan.

No había terminado de saborear la hamburguesa Gaucha de El Corral Gourmet que está situado en un parque bastante play* de Bogotá, cuando “Las Tortugas” me hicieron bajar del tour por el mundo de cristal.

El sólo hecho de ver a tantos niños discapacitados, sin brazos o piernas, como producto de las minas antipersonales, es de por sí muy impactante. Pero el ver como ellos van construyendo una microsociedad donde van tomando roles de adultos, con todas las implicaciones que ello tiene, termina de pintar un paisaje desolador que duele más, mientras más avanza la película.

El fin forzado y artificial de la infancia se combina con la brutalidad de la guerra, con la frialdad de algunos comerciantes que no reparan en los riesgos que corren los niños con tal de ganar algún dinero de más, con unos líderes que no entienden del ajedrez mundial, y que parecen más niños que los mismos niños. Y claro, con un hijo no deseado que reclama ternura...

Es una historia sobre el pueblo Kurdo en Iraq, que perfectamente es aplicable a muchas zonas de Colombia, donde muchos han sido mutilados, donde muchos están huérfanos, donde muchos están totalmente solos…

Cada minuto de esta película es un testimonio de una realidad que muchos nos imaginamos, pero que no conocemos. Es un grito desesperado que pide que nos demos cuenta del mundo que hay más allá de nuestra vida cotidiana… Es un cuadro que duele, que cuestiona. Es una obra de arte que no sólo pide ser observada, sino ser vivida y ser pensada. Ser sentida,.así al día siguiente sintamos la herida en nuestro corazón.

(No puedo finalizar esta breve reseña sin hacer referencia a lo esperanzador que resulta ver un personaje como Satélite, con todo y sus errores, en un mundo donde muchos se sienten derrotados y han bajado los brazos. Ese chico encantador, enamorado de una niña que tiene el alma vuelta trizas, es un grito de esperanza en medio del horror)

(Tampoco puedo finalizar sin recordar la frase de Under Presure de Queen: “El amor te reta a pensar en las personas que están en el borde de la noche. El amor te reta a pensar en algo más que en cuidar de ti mismo”)

*Play es un colombianismo por "sitio de niños bien" o "niños ricos".

Aún no tengo muy claro el por qué del nombre de la película...

Llama

Todo en mi es llama. Desde el dolor hasta el escrito. Mi saludo y mi silencio.
Adentro, todo se está consumiendo. Caen tizones y escasea el oxígeno.
No reconozco mi retrato. Lo niego. Lo lleno todo con mi morbo y con mi deseo. Esa presencia que se niega a apagarse así arrase con su mundo.

Todo en mi es llama. Envidio mi reflejo y mi sombra. Estoy haciendo una orgía con mis hojas y mis muros. Voy dejando marcas en las pieles inocentes, con mi mirada encubridora y pretenciosa. No hay un trozo de carne que descanse de mi sutil apetito y de mi caricia teórica.

Todo en mi es llama. Hija de la chispa de mis frustraciones. Alimentada por la contención y el evangelio. Por la madre y por la tierra. Por la jaula de mis prejuicios y mis miedos. No hay un humo tóxico que no deseen mis pulmones. No hay una vía de escape que no me resulte erótica.

Todo en mi es llama. Que tiene que devastar. Quemar es el nuevo nombre de mi vida.