jueves, septiembre 01, 2005

Médicos

Son jovenes, como yo. Son viejos amigos. Gente que quiero mucho. Y están sufriendo.

Se trata del mundo de la medicina en Colombia. De lo que significa ser responsable de la salud de muchas personas a la vez que se soporta la presión del sistema de prestación de salud.

Deben atender 32 pacientes al día. Uno cada 15 minutos. (Sin hacer referencia a los turnos que deben hacer en fines de semana o noches). No deben "excederse" en la cantidad de exámenes de laboratorio que formulan a sus pacientes.

Lo anterior lo traduciré en algunas situaciones concretas:

Caso 1

Una de mis mejores amigas fue despedida de una EPS (Empresa Prestadora de Salud) privada por formular más exámenes de los que son permitidos. Es decir, la despidieron por ser responsable y solicitar para sus pacientes la mejor atención, aún en contra de unas políticas absurdas que atentan contra el bienestar de la población. Los negociantes propietarios de estas empresa pretenden que un médico de repente diga " a partir de este momento no prescribo más exámenes, pues se me acabaron los que puedo dar en el día".

Unos días después la empresa solicita a mi amiga que vuelva a trabajar con ellos, pues descurbieron que ella realmente no excedió los límites. Logicamente, ella no acepta. Con el tiempo consigue un nuevo trabajo. Espero que esté mejor.

Caso 2

Un compañero de colegio que hoy se encuentra haciendo su año rural en un pueblito de Nariño (el departamento en que nací) hace hasta lo imposible por antender a sus pacientes. A los primeros 8 de la mañana los atiende como es debido. Es decir, se asta más de cada 15 minutos an cada uno (sólo en llenar la extensa papelería se gasta 8 minutos). Luego, empiezan las presiones, y tiene que empezar a atender más y más rápido. A no explicar a sus pacientes su estado de salud. A suponer que todo es gastritis. A "dejar de pensar". En la noche recobra algo de calma, y para atender a sus pacientes adecuadamente se queda hasta muy tarde. Nadie le va a pagar su tiempo. Es una cuestión de Ética. A veces me llama a la media noche a decirme que se siente un mediocre por no poder atender a la gente como es debido.

Yo se que el hace lo máximo que puede, aún sacrificando el tiempo que debería pasar con su esposa. Pero la culpa lo está enfermando. A él, que en sus ratos libres se inventa aparatitos electrónicos para mejorar pequeñas tareas en el hospital.

Caso 3

Otro amigo médico trabaja en el puerto marítimo de mi departamento natal. Lo han amenzado con despedirlo varias veces por pequeños errores en la documentación que debe llenar con cada paciente. ¿Quién diablos puede llenar tranquilamente esos formatos, sabiendo que a cada minuto que invierta en eso, se está distanciando más de ayudar realmente al paciente?. Luego de extenuantes jornadas de trabajo, no falta el directivo del hospital que lo regañe fuertemente por no pasar su foto en formato tradicional, sino en un diskette, y le obliga a disponer de su tiempo libre para sacarse una foto. A nadie le importa que el ritmo lo esté masacrando.

Contexto

De todos es conocido el conflicto armado que enfrenta Colombia. Lo complemento detallando la grna pobreza que hay en las ciudades secundarias. Y ni que decir en los pueblos. A veces hay pacientes que nunca vuelven a consulta. O no tienen recursos para volver, o alguien los convenció de ir a un brujo, o peor aún, ya los mataron.

Teniendo en cuenta lo anterior, me parece muy injusta la situación que deben vivir nuestros médicos, jovenes o viejos, amigos míos o no, en medio de unos pueblos pobres y deteriorados por la guerra. Siempre en sitios tan apartados, tratando de ayudar y de hacer lo mejor, están atrapados en una trampa. Entre la voracidad de los empresarios del sector, que no les permiten desempeñar bien su oficio, entre las histerias de muchos pacientes que a veces los tratamos mal (al hermano de un conocido, un paciente le fracturó la nariz por no atenderlo de inmediato) y principalmente, en el medio de un conflicto que a veces los lleva a extremos. (A veces, la guerrilla o los paramilitares los secuestran para llevarlos a sus campamentos a atender a sus heridos. Con una arma apuntándoles, claro)

A veces he escuchado a mis amigos médicos llorando, cuando me llaman a contarme de sus vidas. Hay tantos médicos en el mercado, que renunciar no es una opción. Además, el amor a sus pacientes, no pocas veces los lleva a hazañas increíbles.

Digamos que como periodista principiante, no tuve una mejor idea que contarlo en mi blog. Ya habrá tiempo para más prosa y más versos.

4 Comments:

At 5:02 a. m., Anonymous Anónimo said...

Cada vez se siente una mas enganchada a tu blog, escribes con gran claridad sobre temas tan tremendos como este de la medicina. Es tremendo querer ayudar a los demás y que no te dejen hacerlo. ¿Cuando aprenderá el género humano que en esta vida solo estamos de paso y que deberíamos de aprovecharla para mejorar como personas?.
Creo que vas a ser un muy buen periodista, tus reportajes son cada día mejores.
Un abrazo

 
At 10:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Ser un médico con convicciones es difícil en todas partes. Tienen la mayor responsabilidad que pueda asumir alguien: la vida de una persona desde el posicionamiento como ser humano.

Bonito homenaje a tus amigos, explicando esa faceta tan esencial de una persona a través de su vocación.
Un abrazo

 
At 11:23 a. m., Anonymous Anónimo said...

Ser medico o profesor,por mucha vocacion y devocion si no puedes actuar con tus convicciones,es algo que te lleva a la frustracion.
Si te puedo consolar,eso se da en todos los paises,incluso en los mas desarrollados y tu jerarquia te da como respuesta...es por economia!
Un abrazo
suerte para tu amiga

 
At 11:29 a. m., Anonymous Anónimo said...

ups...anomimo ni tanto,pero la unica manera de dejarte mi huella es asi.
un abrazo

Pawen

 

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