martes, septiembre 27, 2005

Leo y... escribo

Tengo 25 años y soy padrino (de confirmación) de un adolescente. No puedo evitar sentirme algo identificado con sus caprichos e inmadureces, pues las tengo muy frescas en mi memoria, así que la situación es más bien divertida.

Ultimamente me une a mi ahijado una afición bastante particular. El juego de fútbol del playstation. (No deja de parecerme raro que él haya logrado enviciarme a mi en vez de yo haberlo sacada de su adicción a los videojuego)

El fin de semana pasado estuvimos enfrascados en un fuerte duelo del que salí goleado inmisericordemente, lo cual golpeó seriamente mi ánimo. Más cuando mi primito, confesó haber practicado aplicadamente desde el día en que lo vencí (hace unas semanas) y me burlé sin piedad. (Creo que trataré de medir mis palabras)

Pero hay facetas más interesantes de este experimento familiar. Hace unos días, con motivo de su confirmación le dí unos obsequios que me devolvieron a esa edad. El quería un reloj espectacular (el reloj con el que yo soñaba a esa edad) y una chaqueta (chévere, diríamos en Colombia por sensacional) y el muy de buenas los obtuvo muy facilmente, pues yo estaba altamente sensibilizado ante el sueño no cumplido en mi adolescencia. Así, digamos, este es otro triunfo para mi ahijado. (Este sí me agrada!)

Es un experimento extraño este de ser padrino. Nunca pensé que yo pudiera guiar a alguien en algo, pero aquí estoy. Siento una gran devoción por mi familia, por mi sangre, por los chicos que tienen tantas espectativas por delante. Eso me hace sentir vivo.

Ya hace unos meses le regalé a Leo un libro de taxonomía animal. Él quiere ser veterinario (lo cual a veces parece increible al ver la forma en que molesta al pobre cocker spaniel que lo acompaña). Otro tanto he hecho con otros jovenes primos. Creo que la motivación hacia el estudio es fundamental en esa edad. El amor por el conocimiento puede hacer mucho por el incierto futuro de Colombia.

Claro que hay ciertos deberes de un padrino que me resultan muy complicados. Invitar a misa a Leo, me parece ciertamente el punto más complejo (no voy hace varios meses, exceptuando la misa deconfirmación de mi ahijado). Si hasta parezco dormido en varias de las fotos que tomaron en la ceremonia, ¿Cómo puedo darle ejemplo para que el asista? (Eso sin tener en cuenta el complejo, abstracto y ecléctico sistema de creencias que me acompaña por esta tierra)

De cualquier modo, creo que de todo esto saldrá algo bueno. Hay toda una vida por vivir, e invertir unos días en dejar mi "rastro invitando a vivir" como diría Silvio Rodríguez, me parece un buen sentido para el tiempo que no me consumen el periodismo y/o las ventas.

La verdad, creo mucho en este asunto de fortalecer los lazos familiares a todo nivel. Desde los viejos hasta los niños. Es mucho el conocimiento que me aguarda allí, y mucho el apoyo (de distintos tipos) que puedo encontrar en este mar de tíos y primos.

Incluso hay primos de mi edad con los que he llegado a construir una relación propia de hermanos. Una solidaridad sincera, una unión permanente y un respaldo iniguable (Un aprecio que llegó al punto de haber compartido con algunos de ellos el SIX PACK de Smirnoff Ice que me regaló mi amigo secreto el pasado día de amor y amistad, lo cual dado mi gusto por esa bebida es una total muestra de desprendimiento).

Esa es mi vida a hoy. Algo diferente a la de Vito Corleone, pero al fin de cuentas, la vida de un padrino (godfather).

4 Comments:

At 8:11 a. m., Anonymous Anónimo said...

Es muy bueno que le dediques un tiempo a tu ahijado. Siempre es bueno que un chaval cuente con el apoyo de alguien distinto a sus amigos o padres...
Yo soy muy despegado con la familia y laverdad es que a aveces no me gusta esa parte de mi.
Gracias por tus visitas. Siempre hay algún comentario cariñoso desde el otro lado del charco
Un abrazo

 
At 11:27 a. m., Anonymous Anónimo said...

Veo en tí valores muy perdidos en el entorno que me rodea. En cierta manera, me das envidia por tener una relación tan estrecha con tu familia.
Un abrazo.

 
At 6:54 a. m., Anonymous Anónimo said...

Es importantísima esa relación que tienes con tu familia, ahora ese comportamiento se está perdiendo y las familias ya no son ese bloque unido que antes era. Yo procuro mantener la mía unida y procuro que se relaciones todos entre si porque no hay nada como una familia en la que sus miembros se apoyen y se ayuden.
Como padrino, puedes ayudar y enseñar mucho a Leo, no dejes de guiarle para que se forme como persona.
Un abrazo

 
At 6:09 p. m., Anonymous Anónimo said...

Son muy bonitos esos lazos familiares. Y sobre todo esa relación que tienes con tus primos.
Pienso que es una buena retroalimentación: os guiais todos mutuamente. Y de vez en cuando, paliza con la "play"

Un abrazo

 

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