martes, marzo 14, 2006

Cuento 1

¡Hacía tanto tiempo que no sentía una caricia sobre su piel! ¡Le hacían tanta falta los labios de una mujer! ¡Extrañaba tanto estrechar la mano de un amigo!

No sabía bien que le había pasado. Por qué aquel hombre que se peleaban las damas de los mejores círculos sociales, ahora era ignorado por todos. Por qué el eterno invitado a las mejores fiestas ahora sólo podía presenciarlas de lejos. Por qué el “gentleman” de todas las conversaciones de señores importantes ahora estaba tan sólo.

Se la pasaba mirando el piso y chequeando con suaves pizadas el estado de las tablas de aquel teatro al que había asistido tantas veces con Josefina y con María Antonieta. Y con tantas otras personas que ahora desfilaban por su mente como fantasmas.

Una noche, mientras imaginaba que sus manos recorrían el hermoso cuerpo de una pueblerina ingenua, de esas que siempre lo acompañaban en sus paseos fuera de la ciudad , escuchó una voz perfecta.

Un hombre hermoso, alto y corpulento, como él, había saltado al escenario diciendo unas palabras que le eran felizmente familiares.

-Tened espejo hermoso, lo que vengo a darte. Mi imagen señorial, antes de una fiesta. La mayor perfección que habrá en frente tuyo por toda una eternidad –decía el hombre, mientras se desplazaba por el escenario exhibiendo una grandiosa camisa, un elegante corbatín y un fino pantalón, que junto con su armónico caminar parecían reclamar la mejor chaqueta que se hubiese diseñado nunca-. Mi bigote debe estar perfecto esta noche- se repetía en voz cada vez más baja-.

Él seguía extasiado mirando al escenario, impresionado de que por fin alguien se expresara con elegancia en ese sitio, a donde ya no iba gente de clase. Sólo truhanes.

Así que por un buen rato, despegó sui vista del piso y desde la fina baranda de madera sobre la que se apoyaba se dedicó a estudiar a aquel caballero de cabello castaño, piel blanca, nariz recta y dientes blancos.

De repente, entró al escenario una dama. Con piel perfecta, ropas delicadas y buenas maneras. -¡Si hasta podría ser Josefina, por Dios!- se dijo restregándose los ojos bruscamente. Y sus labios temblaron mientras sus manos se paralizaban de placer y de deseo.

Esa mujer debía ser suya y sólo suya. Eso era lo único en que pensaba. Y sintió una tremenda envidia de ese apuesto caballero que se aprestaba a besarla, en frente de todas esas personas que observaban con interés, e incluso con morbo aquella escena…

Así que se llenó de valor y salió de su escondite y avanzó entre el público que como siempre lo ignoraba con indolencia. A él que si iba bien vestido y que si sabía caminar como un hombre decente.

Pero esta vez no le importó. Subió las escaleras que lo separaban de la pareja dispuesto a golpear a aquel falso caballero que lo había engañado con sus ropas y lo había convencido infamemente, al igual que a aquella señorita, de su prestancia.

Y justo en el instante en que el público se aprestaba a aplaudir la escena crucial de la obra en que Don Manuel moría mientras besaba a su doncella, el actor se apartó bruscamente de los labios de la actriz que interpretaba a Josefina y la haló, tomándola de la mano escaleras abajo.

Y Don Manuel no entendía que había pasado, pero estaba feliz. Cuando intentó golpear a ese sujeto que le había recordado tanto a él mismo, y que lo había decepcionado luego, se sintió de nuevo vivo, y pudo disfrutar de nuevo de la mano de una mujer joven.

Aunque no sabía donde estaba ese sujeto ahora, ya no le importaba. ¡Era tan feliz llevando de su mano a una mujer tan bella! ¡Tan feliz notando como todos lo veían asombrados mientras salía del recinto!

Mientras él corría a un lugar privado donde pudiera declararle su amor a esa muchacha, todos los integrantes de la compañía de teatro pedían disculpas al público por lo sucedido en la escena. No entendían por qué su compañero había perdido la razón en el escenario.

La actriz protagónica, quien estaba enamorada de su compañero, aún creía que su amado la había raptado, aunque algo extraño en su mirada la alcanzó a preocupar, tan sólo por un segundo.

15 Comments:

At 8:12 a. m., Anonymous Anónimo said...

Tanananananana LA DIMENSION DESCONOCIDA JAJAJAJA. Pienso que para este género te falta el estudio que has tenido para la poesía y el periodismo. Un abrazo en tu nuevo proceso

 
At 10:19 a. m., Blogger juny said...

siempre es bonito encontrarse cosas diferentes en tu blog.
"yo quisiera en algún momento ser raptada en su amor"

 
At 10:25 a. m., Anonymous Anónimo said...

Un cuento bastante extraño que ha capturado mi intriga. Me gustó mucho! Ojalá compartas más cuentos con nosotros. Un saludo!

 
At 11:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Lindo giro el de tus letras, relato que atrapa sin remedio...
ME ENCANTO!
BESO NARRADO
pd Gracias siempre por tu visita y tus comentarios.

 
At 2:46 a. m., Anonymous Anónimo said...

Me encanta el teatro y tal y cómo lo has descrito tú con un toque de locura-amor más todavía. Me gustaría escribir una obra de teatro... aunque eso tendrá que esperar mucho tiempo. Pero me has inspirado a escribirla. Gracias amigo.Un salu2

 
At 5:22 a. m., Blogger stel said...

bonita narración
¿habrá más cuentos?
:)

 
At 10:18 a. m., Anonymous Anónimo said...

mmmm

Como que me perdí... waaaa


Cariños,

 
At 11:44 a. m., Anonymous Anónimo said...

hello hello

como va la vida?

ciao

ivich

 
At 11:56 a. m., Blogger CDG said...

Esto se trata de romper un poco la realidad? Como en "El Sur" de Borges? Allá el tipo elegía otra forma de morir. Acá el tipo elige el rapto. Como para que sea todo más significativo. Al menos esa impresión me dejó. Tienes buena narración. Saludos.

 
At 5:29 p. m., Blogger Jorge A. Gómez Arismendi said...

¿Se desquició de amor? ¿Sólo imaginó algo que no podría y no se atrevería a hacer?
Quizás sólo despertó de un sueño agradable...
Saludos

 
At 9:58 a. m., Anonymous Anónimo said...

Hola Raul;

solo pase a saludarte.

 
At 9:41 p. m., Blogger Maqui & Violetas said...

Es bueno visitar tu blog. Me había encontrado con lindas fotos y ahora encuentro un entretenido cuento. Vas a seguir en este género??
Saludos,

 
At 7:14 a. m., Anonymous Anónimo said...

Bonito cuento en donde el protagonista vive una especie de realidad/irrealidad que al final por lo que se ve le lleva a estar con la persona amada.
Un abrazo

 
At 11:19 a. m., Blogger carlitos said...

Raúl, me has dejado "picado" con tu cuento enq ue termina? seguirá? que tengas un buen y agradable fin de semana

 
At 3:01 p. m., Blogger Giro said...

Woow.

Ahm, la idea me dio una idea a mi :S

jajaja, me quede con las ganas de ver sexo en tus letras.No se, es como que uno disfruta el morbo que te apreta las sienes sin dejar a la vista su cremosidad en las letras, como cuando describes el entrepiernas que hay bajo un faldon blanco de una campesina joven ,veinteañera y con todos esos rasgos que te erizan la piel.La desvergonzada realidad masculina, ya lo ves.

Me gusto el cuento.Eso si, le falta caldo, supongo que tiene mas partes.

 

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