martes, octubre 11, 2005

El sentido de la vida

(Escrito con el corazón)
Desde hace más de quince años tengo esa pregunta tatuada en mi mente: ¿Cuál es el sentido de la vida? . Le he dado respuestas de todo tipo. He tocado el tema con todos mis amigos cercanos. He establecido prolongadas charlas al respecto. He leído libros de Herman Hesse y artículos de prensa de Walter Riso.

Y he llorado sólo en las noches (más en otros tiempos que ahora). Y me he echado a reír de la desesperación. Y he decidido simplemente dormir en más de una ocasion. (No se piensa claramente con las lágrimas rodando y con el dolor en el pecho que me produce el llanto solitario)

He dicho y escuchado frases de varios calibres: ¿Para qué nacer, crecer, reproducirse y morir como una planta? ¿Por qué no, simplemente, desaparecer? ¡Somos unos seres superficiales, sin rumbo! ¿No has pensado en que todo esto es sólo un sueño (algunos decían pesadilla) y que nada existe?

No se como toda esa tristeza vivió en mi corazón por tantos años. Tal vez tuvo que ver con el hecho de equivocarme de carrera. Con el asunto de ser siempre menor en edad cronológica que mis compañeros de colegio (y luego de universidad) por algún accidente burocrático y algo de "buen rendimiento". Tal vez todo se volvió más fuerte con la muerte de mi padre (hace ya 7 años).

Se que Bush es terrible y no gusto del presidente de mi país. La economía globalizada viene a acabar de matar a los menos favorecidos. En todas las esquinas hay mendigos y muchas madres que pasan la noche en las calles con sus pequeños hijos. Mi país vive una guerra horrenda, donde mucha gente es asesinada (y torturada... y secuestrada) mientras yo escribo estas lineas desde mi privilegiado mundo de computadoras y cámaras digitales.
Se que todo por ahora es así. Y me duele. Pero digamos que algo ha cambiado en mi.

El asunto es el siguiente: De una manera más bien natural, durante estos años, mi forma de enfrentar el problema ha variado significativamente. Digamos que me ví enfrentado a la desición de vivir bien o no hacerlo. Pues una vida eternamente atormentada en realidad no era lo que quería. Pero támpoco deseaba una vida inconciente e indiferente...
Estoy vivo y no sé si vuelva a suceder (aunque algunas culturas lo plantean). Puedo hacer muchas cosas chéveres. Puedo inspirar a la gente que está a mi alrededor y lee mis letras. Puedo cantar y rozar con dificultad mi guitarra para producir tonadas, que más allá de Bush y Osama, hacen sonreir a la gente que quiero.
Puedo inspirar a mis primos más jóvenes. Regalarles libros y juegos. Desde las Biográfías hasta el juego de Risk, hay todo un universo para que nuestras mentes se encuentren y se entrelacen.
Puedo hablar con mis amigos y brindarles un rato de magia vía celular (de hecho, ellos también lo hacen conmigo). Puedo escribir los poemas que cruzan por mi mente a diario, mientras cruzo esta metropolis enorme, que sin ser mi cuna, juega a ser mi hogar.
Puedo hacer cosas extraordiarias dentro de las posibilidades que tengo. (Se que no puedo, y quisiera hacerlo, frenar huracanes, volcanes, tsunamis, hambrunas, invasiones y venenos).
Puedo cumplir varios propósitos que anoté en un blog reciente. Invitar a vivir. Quedarme aquí porque es mi vida. Hacer sentir grandes a los que me rodean. Endulzar el día del que se tropiece conmigo.
Y claro. Puedo ser periodista. Quiero hacerlo para darle a la gente la información que necesita para ejercer su libertad. Para mantener su dignidad. Quiero ser periodista para buscar un mundo mejor para la gente que me rodea.
La indigente del otro día, que me agradeció la sonrisa que le "regalé" me recordó que puedo hacer muchas cosas por la gente que está allá afuera. Si no por toda, si por alguna parte.
No puede renegar de mis lágrimas. Las amo porque también son mi vida. Ni de mi exsitencialismo trágico de tantos años. Lo único que puedo hacer es tratar de hacer que los años que vienen (o sea el infinito menos 25 según quiero creer) sean más chéveres (colombianismo por agradables, buenos, ¿chido?) y me permitan regalar a más personas esa combinación mágica de químicos y esencia que quiero pensar que poseo...
Y todo esto se desencadenó porque mi querido amigo E, nuevo padre de familia (y desde hace unos meses médico titulado) me dijo al celular hace un rato: "Raúl, hablar con vos es como leer un libro" y luego para "rematar" dijo: "Creo que debe ser chévere que a uno le digan eso ¿no te parece?".
Le contesté, un poco confundido y emocionado, que sí, que era chévere que alguien que lo conoce tanto a uno (tantas cosas duras y negativas que los amigos de verdad conocen) emita un concepto tan positivo. (En verdad quiero conocer al hijo de mi amigo, es que es mi sobrino, en serio!)
Y luego leer todos esos comentarios tan chéveres de mis amigos del blog, acerca de la poesía a mi ciudad adoptiva, Bogotá. Saber que alguien en el otro hemisferio de la tierra, a varios kilómetros, con mar de por medio, puede recitar los versos de uno y sentir lo que uno siente. Y saber que uno puede conocer su mundo, y leer sus escritos y vivir parte de sus alegrías y temores...
Estoy vivo, ¡No quiero desaparecer!

8 Comments:

At 2:13 a. m., Anonymous Anónimo said...

Felicitaciones, tu al menos llegaste al punto de reconocer que merece la pena vivir, que en el mundo hay bueno y malo y que estando en él se puede ayudar a los demás para proporcionarles una vida mejor.
Un abrazo

 
At 9:56 a. m., Anonymous Anónimo said...

Raúl, gracias por tu post. Me he sentido identificada con muchas cosas.
Has descubierto tu camino a través del periodismo, yo con la antropología, aunque tardé un poquito más que tú.
Y los blogs, y vosotros...

Un abrazo

 
At 1:37 p. m., Blogger Luis Caboblanco said...

Si quieres conocer otra visión de una búsqueda del sentido de la visa te aconsejo la lectura del libro "Uno" de Richard Bach. No te va a explicar nada que no sepas, pero te calmará el alma.. y de qué manera.

 
At 7:01 p. m., Anonymous Anónimo said...

Creo que todos pasamos por ese punto, yo en lo personal me quede estancado ahí buscando un significado para mi vida, comprendí que la vida es como una comida la sazonas al gusto, es lo mismo le haces lo cambios que quieres a tu gusto y finalmente esa es tu vida llena de muchas variedades de "condimentos", es como bailar si te equivocas solo continuas bailando, claro hay errores fatales aunque muchas frases no se adaptan al 100 % de lo que es la vida, y cuando empiezas a entender la vida es cuando caducamos. Si es bueno vivir, saber vivir, gozar la vida aprovechar cada oportunidad, cada suspiro y respiro que nos da, y que nadie te diga como vivir pues la vida de cada quién se vive de diferentes formas

Un abrazo desde México

 
At 6:27 a. m., Anonymous Anónimo said...

Veo que después de las duddas existenciales que tuviste, has aprendido a valorar simplemente lo que la vida te ofrece, lo que tú das a los demás... y vives... ¿Has encontrado un buen camino? ¿Planteas buscar más?

Un abrazo.

PD: Me has hecho pensar.

 
At 1:58 p. m., Anonymous Anónimo said...

Gracias, leer tu post, hoy, particularmente hoy me hizo pensar en muchas cosas, creo que me econtraba perdido y me has recordado algo: "Quedarme aquí porque es mi vida."
De verdad, gracias por permitirme recordarme a mi mismo, que estoy vivo. Saludos desde México.

 
At 2:14 p. m., Blogger Matías Zelick said...

Raúl, has dado un paso enorme y a muchos ya nos llevas ventaja. Aprovéchala, que te irá bien seguramente con esa buena mentalidad. Que gusto, saludos!

 
At 10:23 p. m., Blogger fredmobi said...

Excelente narración Raul. Te considero ahora mi hermano en la búsqueda del sentido de la vida. Para mi es como un yo interior que me repite a cada instante: "Hay algo que no estas haciendo!". Saludos y un abrazo.

 

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