Poesía 22

Torre. Para manchar el aire con mi presencia repentina.
Árbol. Y así acariciar al viento y hacerlo mío bruscamente.
Charco. Y Evaporarme cuando el universo lo determine.

Cosa. Indefinido y breve.
Puente. Unión improvisada con una realidad insondable.
Reflejo. Para existir en un mundo paralelo e incierto.

Ruido. Para ser omnipresente e ininterpretable.
Piso. Con cuerpos encima alcanzando cielos.
Ave. De las que recorren el mundo para dejar su semilla.

Papel. Para resucitar el viento en los versos y las notas.
Vidrio. Y ser luminosidad, aún viniendo de la arena.
Agua. Y así tomar la forma del entorno que me guarde.

Siempre siendo yo.

(La foto corresponde a un pequeño cementerio de Circacia (Quindío). Se trata de un sitio especial, pues desde 1930, allí han venido enterrando a los muertos que los cementerios católicos no recibían, por no ser creyentes o casusas semejantes. Creo que hoy, los cementerios católicos, ya han cambiado)